
Visita privada en la Galería Borghese de Roma
Realiza una visita guiada privada en español en la Galería Borghese, uno de los museos más importantes de Roma con obras de arte universales.
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Sobre Villa Borghese
El edificio del palacio original de la familia Borghese aloja este centro expositivo situado en la ciudad eterna, Roma, cercano a los restos arqueológicos de la antigua gloria imperial de la ciudad. La galería se encuentra ubicada dentro de los inmensos jardines, hoy parque público, que rodeaban la residencia Borghese y es acompañado de otros insignes edificios y lugares como la Piazza di Siena o la Terrazza y la Passeggiata del Pincio, todas ellas dentro del parque.
Historia y descripción
La villa que aloja este museo de arte muestra la mano de diversos arquitectos. El proyecto inicial, de 1612, corrió a cargo de Flaminio Ponzio, al que sucedió Giovanni Vasanzio, tras el fallecimiento de aquél.
La fachada muestra una arcada central con cinco vanos. Al arco central se accede por una escalera con doble acceso lateral. Sobre la arcada se presenta una terraza en forma de U hendida entre los dos bloques constructivos de dos plantas que flanquean la arcada.
Cada uno de estos bloques presenta dos ventanas en cada uno de los pisos de que constan, siendo limitadas por columnas conformadas por secciones rectangulares en relieve que se superponen.
Retranqueado al primer plano y originando una amplia terraza (con baranda en balaustrada), se levanta un cuerpo de construcción de otros dos pisos jalonados con pórticos y ventanas sobre los que resaltan numerosos relieves.
Ya en el siglo XVIII el arquitecto Antonio Asprucci, por encargo de Marcantonio IV Borghese (1730-1800) adaptó los jardines al estilo inglés.
La Colección
El conjunto artístico de la Colección Borghese fue iniciado por el Cardenal Scipione Borghese (1576-1633). No dudó en actuar de mecenas de autores como Bernini o Caravaggio. Debido a ello la colección muestra un elevado número de sus obras.
En la planta baja se presentan las obras y antigüedades clásicas, tales como el Mosaico de los Gladiadores (320 d.C.) y Retrato de Paulina Bonaparte (representada como Venus) del escultor Antonio Canova. Los frescos en el techo en modo de trampantojo y el salone de Rossi son ejemplos de pintura en perspectiva tridimensional.
La planta superior muestra la gran pinacoteca, con obras como:
• Dánae, de Correggio.
• Amor sacro y amor profano y Venus vendando los ojos a Cupido, de Tiziano.
• Entierro de Cristo y La dama del unicornio, de Rafael.
• Joven con cesta de frutas, Baco enfermo, La Virgen de los palafreneros, San Jerónimo y David con la cabeza de Goliat, de Caravaggio.
• La cacería de Diana, de Domenichino.
• La maga Circe, de Dossi.
• Minerva vistiéndose, de Fontana.
• Retrato de hombre, de da Messina.
• Virgen con el Niño y San Juanito rodeada de ángeles, atribuido a Botticelli
• La Piedad, de Rubens.
• Venus y Amor, de Cranach.
• El juicio de Salomón, Ribera.
Para finalizar, con respecto a la obra de Bernini en la colección, mencionar La cabra Amaltea con Júpiter niño y un fauno, Apolo y Dafne o el David (ya barroco). También los bustos del papa Paulo V y el del Cardenal Scipione Borghese. En cuanto a Eneas, Anquises y Ascanio y El rapto de Proserpina, son obras manieristas del autor.
Sobre la escultura de Apolo y Dafne
Para muchos es la obra más representativa del museo. Un joven Bernini de 24 años realizó entre 1622 y 1625 la que sería una de las obras cumbre de la escultórica mundial, la representación en mármol de Carrara del mito de Apolo y Dafne, el dios de la Luz que persigue a la casta ninfa en vano mientras ésta se transforma en árbol.
Hecha a escala natural, fue ordenada por el Cardenal Scipione Borghese para decorar la misma sala en la que se encuentra ahora pero con una base mucho más baja y junto a la pared y la escalera, dando al espectador la imagen de Apolo de espaldas con la escena in crescendo de la transformación de la fémina.
Un pasaje pagano como este se justificó por su significado moral, que el Papa Urbano VIII condensó en una frase: «quien quiere seguir las fugaces formas de los divertimentos, al final se encuentra hojas y frutos amargos en la mano».
En 1785, Marco Antonio IV Borghese colocó la obra en el centro de la sala y se realizó una base más alta y de mayor tamaño.
Sobre la escultura de Paulina Borghese
El retrato marmóreo de Paolina Borghese, obra de Antonio Canova se considera la cúspide del estilo neoclásico. La fémina que posa elegantemente evoca las Venus clásicas y supone una cierta revolución por ser retratada desnuda una mujer de cierto rango, con el objeto de fusionar la persona real e histórica con la divinidad antigua, en su esencia simple y noble.
La escultura, realizada entre 1805 y 1808 se erige sobre una base que cuenta con un mecanismo que hace girar la escultura. Una curiosidad es que fue una obra concebida para ser disfrutada también a la luz de las velas. Los leves reflejos de la llama y la pátina de cera del marmol, crean un efecto de vida que ha sublimado a generaciones enteras.